Sentarse accidentalmente sobre un chicle puede ser una experiencia frustrante, especialmente si se adhiere a una prenda de ropa querida. Afortunadamente, hay un método efectivo y económico para eliminarlo sin recurrir a productos costosos o técnicas agresivas. La solución está al alcance de todos en casa: congelar la prenda. El procedimiento es simple. Primero, asegúrese de que la ropa esté seca, luego introdúzcala en una bolsa plástica para protegerla y colóquela en el congelador durante al menos dos horas. El frío hará que el chicle pierda su pegajosidad y puedas retirarlo fácilmente con las manos. Si es preciso, se puede repetir el proceso para asegurarse de que el chicle se desprenda por completo.
En casos donde permanezcan pequeños restos, el vinagre caliente se convierte en un aliado para terminar de limpiar la prenda. Calentar un poco de vinagre blanco y aplicarlo con un cepillo de dientes sobre los residuos puede descomponerlos sin dañar la tela. Es importante lavar la prenda después para eliminar cualquier rastro de olor a vinagre. Este método resulta particularmente útil si el chicle se encuentra incrustado en las fibras más profundas del tejido. Con estos sencillos trucos, que utilizan materiales que todos tenemos en casa, se puede mantener la ropa impecable, ahorrando tiempo y dinero en soluciones complicadas.
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