Tuvalu, un pequeño Estado insular en el Océano Pacífico, enfrenta un alarmante reto debido al aumento del nivel del mar, una manifestación directa del cambio climático que amenaza la habitabilidad de sus islas de coral. La capital, Funafuti, corre el riesgo de estar medio inundada para 2050. En respuesta a esta crisis existencial, este grupo de islas que pertenece a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en inglés), ha escogido un camino que va más allá de los esfuerzos tradicionales de mitigación. Tuvalu se embarca en una audaz estrategia digital: crear una réplica virtual de su territorio en el metaverso. Esta innovadora solución busca preservar su geografía, cultura y soberanía para generaciones futuras, ante el posible colapso físico de su tierra.
La iniciativa fue presentada por primera vez durante la COP27 en 2022 por Simon Kofe, ministro de Tuvalu, y refleja un avance significativo hacia la transformación de la nación en el primer Estado digital del mundo. La digitalización comenzó con Te Afualiku, un islote sagrado y vulnerable, que ahora puede explorarse virtualmente con un detalle abrumador. Este proyecto no solo busca salvaguardar el patrimonio cultural y geográfico de Tuvalu sino también actuar como una herramienta de concienciación sobre los impactos severos del cambio climático. Paralelamente, mediante el Proyecto de Adaptación Costera, el gobierno trabaja en infraestructuras resilientes para mitigar la elevación del agua que ya amenaza la esencial infraestructura del país. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la urgencia aumenta cada año, conforme se vuelven más probables los pronósticos devastadores del futuro de Tuvalu.
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