Este sábado, la atención del fútbol europeo se centra en un equipo francés que podría consagrarse campeón de Europa por primera vez en 32 años, un hito que únicamente había logrado el Olympique de Marsella en 1993. Para recordar aquel momento histórico, se evoca la figura de Jean-Jacques Eydelie, un centrocampista que fue titular en la final de la primera Champions League, donde el Marsella venció al Milan en Múnich con un gol de Basile Boli. Eydelie, que también jugó junto a otros grandes como Didier Deschamps, vivió una carrera repleta de altibajos y controversias.
Tras su retiro en 2003, Eydelie optó por el camino de la dirección técnica, llevando su experiencia a países como Costa de Marfil y Burundi. En los últimos años, se desempeñó como ojeador para el Marsella en África y fundó una empresa de consultoría deportiva. Sin embargo, su legado está marcado por un escándalo de soborno que manchó la reputación del club, donde fue sancionado y cumplió 17 días en prisión. En su autobiografía de 2006, Eydelie denunció prácticas de dopaje y corrupción en el club, y aunque su testimonio le valió una demanda por difamación, salió victorioso en el juicio.
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