El partido se decidió por un solitario gol del jugador turco, quien destacó como el mejor de su equipo en un encuentro que culminó con complicaciones significativas en la segunda mitad. La actuación del equipo dejó mucho que desear tras perder a Camavinga por lesión, lo que obligó al equipo a jugar con diez futbolistas en el campo. Este contratiempo alteró significativamente la dinámica del juego, dejando al equipo en aprietos y sin capacidad de reacción ante un rival que aprovechó la superioridad numérica.
Sin embargo, frente a las adversidades, la figura del portero belga emergió con salvadas excepcionales que mantuvieron la ventaja mínima conseguida. Su desempeño fue crucial para mantener intacto el marcador y asegurar una victoria que, aunque ajustada, refuerza la posición del equipo en el torneo. La actuación defensiva y la resistencia mostrada durante el segundo tiempo reflejan la capacidad del equipo para sobreponerse a situaciones adversas, destacando el esfuerzo colectivo pese a las dificultades enfrentadas.
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