En un partido lleno de tensión, el árbitro Gil Manzano protagonizó un momento controvertido al expulsar al defensor Huijsen en el minuto 30 por un agarrón a Oyarzabal en el mediocampo. La decisión, considerada rigurosa por muchos, dejó a su equipo con diez jugadores durante gran parte del encuentro. A pesar del revés, el delantero galo brilló con luz propia, anotando un gol y ofreciendo una asistencia que fueron determinantes en el transcurso del juego.
En los instantes finales, la Real Sociedad intensificó su presión en busca del empate, pero sus esfuerzos fueron en vano y no lograron cambiar el marcador. La actuación del delantero francés fue destacada, consolidándose como el jugador más influyente del encuentro. El partido dejó preguntas sobre las decisiones arbitrales y su impacto en el resultado final, en un duelo que sin duda generará análisis y debate en los próximos días.
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