En la estación central de Düsseldorf, un mar de camisetas rojas albanesas esperaban el tren hacia Dortmund para el debut de su selección en la Eurocopa contra Italia. La comunidad albanesa en Italia, muy integrada y numerosa, tiene un largo historial de emigración poscomunista con profundas raíces culturales, como se refleja en la vida de jugadores como Kristjan Allani del Inter de Milán. Dortmund espera la llegada de unos 50,000 albaneses para el partido, superando la cantidad de italianos y resaltando la creciente influencia de esta diáspora. El seleccionador albanés, Sylvinho, se enfoca en presentar un equipo ofensivo y orgulloso en su segunda aparición en la Eurocopa, decididos a representar a su ferviente afición.
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