En un ambiente invernal en un camping desierto, Jordi Évole entrevista a Dani Martín para su programa «Lo de Évole». La conversación transcurre frente a una piscina vacía, creando un contraste entre el pasado vibrante y el presente tranquilo. Évole cuestiona a Martín sobre el momento más feliz de su vida, a lo que el cantante responde que lo está viviendo en aquel preciso instante. Dani Martín describe su etapa actual como un tiempo de sosiego, alejado de los eufóricos días de «El Canto del Loco», comparándolo con degustar una buena comida. La música de fondo, «Mediterráneo» de Serrat, acompaña esta introspección, sugerida por la reflexión de una trabajadora del camping sobre el poder de la conversación como acompañamiento.
En el diálogo, que se desarrolla en un bungalow con nombre evocador del pasado musical de Martín, se tocan temas como la paternidad, la madurez y las dificultades de la exposición pública y las redes sociales, donde el cantante ha mostrado su lado más sincero y vulnerable. La entrevista de Évole se distancia del enfoque rápido y superficial de otros medios, permitiendo un espacio para que las conversaciones profundas sean las protagonistas. Casi 40 años después de que Dani Martín apareciera en televisión en uno de los especiales de «Martes y 13», este encuentro en un camping parece cerrar un círculo, mostrando a un artista que ha evolucionado, encontrando serenidad en el camino recorrido.
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