En la recta final de la campaña presidencial en Estados Unidos, las propuestas económicas de Kamala Harris y Donald Trump han acaparado la atención en sus respectivos mítines. Harris aboga por un aumento de impuestos a grandes empresas y patrimonios para financiar políticas sociales, mientras que Trump propone continuar la guerra comercial contra China para proteger a las empresas estadounidenses. Analistas del mercado ya comienzan a descontar una posible victoria republicana, anticipando volatilidad si Trump regresa al poder. Caspar Rock, de Cazenove Capital, señala que la victoria de Harris podría no cambiar significativamente el panorama económico; sin embargo, advierte que una presidencia de Trump podría implicar un crecimiento económico superior, acompañado de posibles aumentos en la inflación debido a sus políticas de aranceles y recortes fiscales.
En términos de deuda pública, los planes de Harris incrementarían la deuda en 3,5 billones de dólares para 2035, mientras que los de Trump podrían escalarla hasta los 7,5 billones de dólares. George Brown, de Schroders, destaca que los recortes fiscales de Trump sumarán una considerable cantidad a la deuda del gobierno, afectando potencialmente el Producto Interno Bruto de EE. UU. En el ámbito internacional, tanto Harris como Trump han defendido políticas comerciales proteccionistas, aunque el enfoque de Trump es más agresivo con aranceles generalizados. Los mercados financieros están atentos a estas elecciones, con el dólar estadounidense y el oro mostrando potencial fortaleza en una posible segunda presidencia de Trump, mientras que una victoria de Harris podría mantener una tendencia más neutral excepto por efectos positivos en acciones estadounidenses y materias primas. Los expertos advierten que una sorpresa en los resultados podría generar inestabilidad en los mercados.
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