La reciente reunión ministerial de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África en Japón se vio empañada por un altercado protagonizado por un delegado marroquí y un representante saharaui de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), cuando el primero intentó retirar el identificativo de la entidad saharaui, resultando en la suspensión de una sesión preparatoria. Pese a la oposición de Marruecos, el comunicado final de la reunión afirma el derecho de todos los Estados miembros de la Unión Africana, incluido la RASD, a participar. Marruecos ya había reconocido oficialmente a la RASD en 2017 como condición para regresar a la Unión Africana, tras su retirada en 1984. La fundación de la UA subraya el compromiso de sus miembros con la resolución pacífica de conflictos y la promoción de la paz, seguridad y estabilidad en el continente africano.
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