Los incendios forestales en España continúan siendo motivo de preocupación con varios focos activos en diferentes regiones. En Cuevas del Valle, Ávila, el fuego permanece fuera de control, aunque los bomberos han ganado algo de terreno con el uso de contrafuegos. A pesar de los esfuerzos, las difíciles condiciones meteorológicas, como el viento y las altas temperaturas, desafían la contención del fuego, que ya ha afectado entre 1.500 y 3.000 hectáreas. La situación ha llevado al confinamiento de poblaciones cercanas debido al denso humo que causa problemas respiratorios y ha resultado en el corte de la carretera N-502. La intervención de brigadas adicionales y la Unidad Militar de Emergencias (UME) es crucial, pero aún persisten los temores sobre la evolución del incendio, que podría haber sido provocado, ya que se ha confirmado la sospecha de intencionalidad.
En la comarca de Las Hurdes, Extremadura, el incendio en Caminomorisco muestra signos de mejora, con un 70% del perímetro estabilizado. La reanudación de las evacuaciones para 80 de los 130 vecinos afectados refleja un optimismo cauteloso, aunque persisten preocupaciones en áreas como Avellanar, donde las difíciles condiciones del terreno complican los esfuerzos de extinción. Las autoridades destacan la importancia de estabilizar el fuego y apuntan a una posible causa humana detrás del siniestro. En paralelo, en A Cañiza, Pontevedra, el incendio sigue avanzando rápidamente debido a las condiciones climáticas desfavorables, con la UME trabajando intensamente para proteger núcleos poblacionales en riesgo y enfrentar la amenaza de expansión del fuego sobre las 200 hectáreas afectadas.
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