El Día Internacional de Internet más Seguro, celebrado el segundo martes de febrero, pone de manifiesto la creciente preocupación por el uso excesivo y poco seguro de las redes sociales, especialmente entre niños y adolescentes en España. Los datos revelan que los menores en España son los que más tiempo dedican a redes sociales entre los países avanzados, con un promedio de hasta cuatro horas diarias fuera del ámbito escolar. Esto ocurre a pesar de que la edad mínima legal para tener un perfil en redes sociales es de 14 años, sin embargo, un 70% de los niños entre 10 y 12 años ya poseen perfiles. Los expertos advierten sobre los efectos negativos del uso excesivo de redes sociales en el neurodesarrollo de los jóvenes, impactando su capacidad de concentración, memoria y creatividad. Este contexto ha propiciado el término «brain rot» para describir el deterioro mental asociado al consumo de contenido trivial en plataformas digitales.
El impacto de las redes sociales va más allá de las capacidades cognitivas, afectando la salud mental de los usuarios jóvenes. La Fundación ANAR ha evidenciado un alarmante incremento de problemas de salud mental, con conductas suicidas y autolesiones multiplicándose por 35 en los últimos años. Otros países, como China y Australia, han comenzado a endurecer las regulaciones sobre el uso de las redes, algo que España también está considerando. Los expertos en neurología instan a padres e hijos a reflexionar sobre su interacción con la tecnología, promoviendo un uso más equilibrado y consciente. Recomiendan educar a los jóvenes en un uso responsable, priorizando actividades que no involucren pantallas y fomentando relaciones sociales físicas, recordando la importancia de un equilibrio que preserve la salud mental y física.
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