Entre 2018 y 2023, la tasa de absentismo por incapacidad temporal (IT) en España creció un 52%, alcanzando 368,7 millones de jornadas laborales perdidas en el Régimen General. Este fenómeno, reflejado en el estudio «Evolución de la incapacidad temporal y la siniestralidad» realizado por Umivale Activa y el Ivie, ha tenido un impacto significativo en la economía, con una pérdida de producción potencial equivalente a 81.574 millones de euros de PIB, lo que representa el 5,4% del total nacional. La investigación, basada en microdatos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, muestra que estas bajas representan el 5,6% de las jornadas no trabajadas, su equivalente a un millón de trabajadores ausentes diariamente o 20 días de ausencia por empleado al año.
El aumento más notable se observó en las ausencias de larga duración, que llegaron a duplicarse, y en el número de trabajadores que tuvieron más de un proceso de baja en el mismo año. Las patologías de difícil objetivación, como algias y problemas de salud mental, están detrás de más de la mitad del absentismo por IT, registrando aumentos del 56,5% y 111,4% respectivamente entre 2018 y 2023. Estos problemas también son responsables de un incremento significativo en las bajas de larga duración y en los casos de trabajadores con repetición de procesos. Ante este panorama, expertos destacan la urgencia de abordar el absentismo por IT como un reto estratégico y económico, ya que afecta a la salud de los trabajadores, al sistema sanitario y a la capacidad de generar riqueza y empleo en el país.
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