En un esfuerzo por derribar el muro de silencio que rodea los abusos sexuales, una víctima ha compartido su experiencia y el camino hacia la recuperación con el apoyo del Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en la Comunidad de Madrid. Este centro, pionero en su tipo, ofrece un espacio seguro para que las mujeres den voz a sus historias y reciban el apoyo necesario para avanzar. La víctima destaca que romper el silencio es un primer paso crucial, no solo para su propia sanación, sino también para prevenir futuros abusos dentro del ámbito familiar, donde estos delitos a menudo permanecen ocultos. La confidencialidad y el enfoque integral del centro han sido aspectos fundamentales que facilitaron que mujeres como ella pudieran encontrar el valor para hablar.
Además del apoyo psicológico y legal, el centro ofrece talleres y grupos de apoyo que permiten a las víctimas conectar con otras mujeres que han pasado por experiencias similares. Estas herramientas colectivas son esenciales para cambiar la narrativa del miedo por una de empoderamiento y resiliencia. La historia de esta víctima es un recordatorio de la importancia de contar con recursos accesibles y especializados que puedan guiar a las sobrevivientes hacia la recuperación. El testimonio también resalta la necesidad de una mayor conciencia social y de la eliminación del estigma asociado a las denuncias de abuso, para fomentar un entorno en el que hablar y buscar ayuda no sea visto como un acto de valentía, sino como un derecho fundamental.
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