La política migratoria de la administración Trump durante su primera semana ha desatado críticas por ser considerada costosa, cruel y caótica, según expertas en el tema. La implementación de nuevas órdenes ejecutivas ha generado preocupación tanto por el alto costo económico, estimado en más de 26.000 millones de dólares, como por los efectos adversos en sectores económicos dependientes de la mano de obra inmigrante. Nayna Gupta, del Consejo Estadounidense de Inmigración, cuestionó que las medidas no solo buscan deportar a criminales, como alega el gobierno, sino que afectan a todos los inmigrantes, subrayando la necesidad de que miembros del Congreso y funcionarios electos actúen en contra. La propuesta de la administración Trump es considerada por algunos como un acto de crueldad hacia los inmigrantes, con desafíos legales ya en marcha para frenar estas acciones.
Stephanie Gee, del Proyecto Internacional de Asistencia a Refugiados, destacó el daño inmediato que sufrirán los refugiados debido a la suspensión de admisiones, mientras que Karen Tumlin del Centro de Acción por la Justicia, comentó sobre los efectos de equiparar a los inmigrantes con delincuentes y el potencial fomento de la «supremacía blanca». Las políticas actuales, según las expertas, no solo atentan contra la diversidad que caracteriza a Estados Unidos, sino que también incitan al miedo en las comunidades inmigrantes. Tumlin subrayó que ya existen dos demandas activas contra las órdenes ejecutivas que aceleran las deportaciones y cancelan citas de asilo, y anticipa nuevos litigios para enfrentar otras controversiales propuestas como la militarización de la frontera sur.
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