La coalición gobernante en Chile, conocida como «Unidad por Chile», enfrenta un complejo proceso de primarias presidenciales debido a divisiones internas y escándalos de corrupción que han generado desinterés popular. La campaña, inicialmente aburrida, cobró vida tras los comentarios controvertidos del economista Óscar Landerretche, quien cuestionó al presidente Gabriel Boric y las acciones del Frente Amplio durante el estallido social. Sus críticas provocaron reacciones enérgicas y obligaron a la candidata del socialismo democrático, Carolina Tohá, a desmarcarse de sus opiniones. Recientemente, un spot publicitario del candidato frenteamplista Gonzalo Winter se convirtió en otro foco de tensión, al cuestionar el legado de gobiernos anteriores y provocando más polarización entre los candidatos.
En el debate político, estas discrepancias han expuesto la fragilidad de la coalición, con una falta clara de liderazgo tanto del presidente Boric como de los candidatos, amplificando rencillas pasadas. La primaria, destinada a elegir al representante de la izquierda, ha realzado las divisiones dentro del sector, complicando cualquier intento de unificación frente a las elecciones generales. En caso de que Carolina Tohá gane, su desafío será consolidar un programa cohesivo que recupere la confianza del electorado. Sin embargo, si ganan Jeannette Jara o Gonzalo Winter, se prevé que la tendencia política del país podría inclinarse aún más a la derecha, sugiriendo una complicada tarea para las izquierdas en futuras elecciones.
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