Desde el Día de la Liberación, el pasado 2 de abril de 2025, el Ibex 35 ha experimentado una serie de caídas significativas en tres sesiones consecutivas de crisis bursátil, acumulando una pérdida de alrededor del 12% de su valor total. Este desplome se produce en un contexto de alta volatilidad e incertidumbre en los mercados financieros, influenciado por una serie de factores macroeconómicos y geopolíticos que han generado desconfianza entre los inversores. La situación ha despertado la alarma tanto entre analistas como en las empresas cotizadas en el índice, que temen las repercusiones a largo plazo de esta tendencia bajista en la economía española.
El retroceso del Ibex 35 refleja una reacción generalizada de aversión al riesgo, que se ha extendido a otros mercados europeos y mundiales, contribuyendo a un clima de inestabilidad global. Esta ola de ventas masivas ha sido impulsada por preocupaciones sobre una posible desaceleración económica, así como tensiones internacionales que han aumentado la presión sobre los flujos de capital. Los expertos sugieren que las medidas de política económica del Gobierno y el Banco Central Europeo serán cruciales para frenar este descenso y restaurar la confianza de los inversores. Mientras tanto, las miradas están puestas en los próximos datos económicos y las decisiones políticas que puedan ofrecer indicios sobre la dirección futura de los mercados.
Leer noticia completa en El Mundo.