El hotel Palace de Madrid ha dado marcha atrás en su decisión de imponer un nuevo uniforme a sus trabajadoras que fue catalogado de sexista por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO). Las críticas surgieron a raíz de la obligación de que recepcionistas, camareras de piso y limpiadoras debieran llevar faldas con aperturas y vestidos escotados. Ante el aluvión de quejas y la amenaza de medidas legales, el establecimiento ha optado por permitir el uso de camisas y pantalones para estas empleadas. El sindicato había denunciado que los uniformes originales no solo eran discriminatorios por razones de género, sino que también incrementaban el riesgo de violencia sexual en el entorno laboral.
En respuesta a la polémica, el Palace anunció que los empleados tendrán la opción de elegir entre las nuevas prendas y el uniforme anterior mientras se formalizan los nuevos pedidos. La modificación en la normativa de vestimenta surge como una medida para alinear la imagen del hotel con los valores contemporáneos de igualdad y seguridad laboral. Instituciones como CCOO aplauden la respuesta al considerarla un paso adelante en la lucha contra prácticas que califican de «machistas y retrógradas». El hotel, que había reabierto sus puertas recientemente tras una reforma, busca ahora conciliación y adaptación a través de soluciones que prioricen tanto la comodidad como la dignidad de sus trabajadoras.
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