Durante una reciente conferencia sobre innovación y el futuro del consumo, Juan Roig, el influyente dueño de Mercadona, ha lanzado una provocadora predicción que no ha dejado indiferente a ninguno de los asistentes: en un plazo de 25 años, las cocinas podrían desaparecer de los hogares españoles. Esta audaz declaración ha generado un profundo debate en el ámbito empresarial y social sobre el futuro de los hábitos alimenticios en España.
Roig, conocido por su agudo sentido para los negocios, argumentó que la demanda creciente de comidas preparadas y la expansión de los servicios de entrega a domicilio están transformando radicalmente cómo las familias españolas manejan su alimentación diaria. «La cocina tradicional está en vías de extinción», señaló el empresario, sugiriendo que en un futuro próximo, los hogares podrían reducir significativamente el espacio normalmente dedicado a las cocinas, optando por alternativas que prioricen la rapidez y la conveniencia.
En su intervención, Roig destacó que esta revolución alimentaria es un reflejo del ritmo de vida actual, donde la inmediatez y la eficiencia se han convertido en valores predominantes. La tecnología, especialmente la inteligencia artificial y la automatización, está llamada a jugar un rol crucial en este cambio, puesto que se prevé el surgimiento de innovadores modelos de negocio que podrían hacer la preparación de alimentos en casa algo anticuado.
Aunque las predicciones de Roig han provocado una variedad de reacciones, desde el apoyo hasta la crítica, con algunos expertos considerando la idea como un despojo de una importante tradición culinaria, las estadísticas parecen alinear con su visión. Estudios recientes indican que el consumo de alimentos preparados va en aumento, mientras que el interés por la cocina tradicional va decreciendo, notablemente entre las generaciones más jóvenes.
En su conclusión, Roig hizo un llamado a las empresas del sector para que se adapten a esta inminente transformación mediante la innovación, subrayando que el futuro de la alimentación dependerá de la capacidad de satisfacer al cliente de manera efectiva y veloz. Esta reflexión abre la puerta a una discusión mayor: mientras la sociedad avanza hacia una nueva era de hábitos alimenticios, la pregunta que surge es si realmente estamos dispuestos a prescindir de las cocinas, uno de los espacios más íntimos e icónicos de nuestros hogares.