El icónico Café Gijón de Madrid ha cerrado sus puertas, marcando el final de una era en la hostelería de la capital española. Fundado en 1888, el establecimiento, tradicionalmente gestionado por la familia Escamilla, ha sido adquirido por el Grupo Cappuccino, conocido por sus restaurantes de lujo. Este cambio implica una transformación en el modelo de gestión, ya que el café será operado bajo la misma empresa que maneja los exclusivos Capuccinos Grand Café en varias ciudades de España y Suiza. A pesar de este cambio, el grupo ha prometido mantener la esencia histórica del Café Gijón, aunque el local estará cerrado hasta enero por reformas que afectarán principalmente a la cocina y servicios.
La noticia ha sorprendido a los clientes habituales y a la comunidad cultural que frecuentaba el lugar, dado que solo había cerrado en ocasiones excepcionales, como durante la pandemia de COVID-19 y el temporal Filomena. José Manuel Escamilla, quien ha dirigido el café desde 2013, tras suceder a su padre Gregorio, deja atrás un legado que incluye ser punto de encuentro de eminentes figuras literarias y cinematográficas como Camilo José Cela y Francisco Umbral. La incertidumbre ahora se cierne sobre el futuro del café, que alguna vez fue un vibrante centro para la intelectualidad española.
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