La tensión entre la afición francesa y los tenistas españoles se hizo evidente nuevamente en el Masters 1.000 de París, donde Alejandro Davidovich Fokina derrotó al local Arthur Cazaux. La victoria de Fokina, en un partido que concluyó 7-6 y 6-4, enfureció a una grada que ya había mostrado su descontento en encuentros anteriores, especialmente con la eliminación de otros jugadores galos. Esta relación conflictiva es un fenómeno conocido, alimentado durante años por las victorias de Rafa Nadal en Roland Garros y que ahora parece resurgir con fuerza.
La respuesta del malagueño fue explosiva y cargada de emoción. Al finalizar el encuentro, Fokina no dudó en expresar su descontento ante el comportamiento del público, mandándolos «a dormir» con un gesto que encendió aún más los ánimos en las gradas. Su reacción fue interpretada como un acto de valentía y desahogo tras la presión acumulada en un contexto competitivo donde las fronteras entre la rivalidad deportiva y el respeto parecen difuminarse, como evidenció la experiencia de Carlos Alcaraz en 2021. Con Fokina avanzando en el torneo y la eliminación de Alcaraz, el futuro del tenis español en este evento sigue siendo incierto y tenso.
Leer noticia completa en 20minutos.


