El Govern de Cataluña ha anunciado una ambiciosa rehabilitación integral del Palau de Pedralbes para resolver deficiencias estructurales, humedades y problemas de accesibilidad y seguridad. El proyecto, que se iniciará con un concurso de ideas valorado en 2,3 millones de euros, prevé un coste total de 28 millones y una finalización en 2030. Este emblemático edificio, catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional, servirá como segunda sede permanente del Ejecutivo catalán, complementando al Palau de la Generalitat. A pesar de las obras, el Govern planea que el palacio continúe siendo parcialmente operativo, albergando eventos como la Conferencia de Presidentes y reuniones de la Unió per la Mediterrània.
El proyecto se acometerá en fases, comenzando con la reforma de tejados, sótanos y fachadas, y afectará especialmente a la parte privada de los jardines. El plan reserva cada una de las cuatro plantas del edificio para funciones específicas: el sótano se dedicará a servicios, la planta baja a espacios institucionales, la primera a la sede del despacho del presidente y la segunda a oficinas del Govern y la UpM. La última planta se destinará a uso residencial para invitados oficiales. Las reformas ya han sido calificadas como urgentes debido a la degradación existente, con problemas de humedad causantes de graves daños en la estructura.
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