La Generalitat de Cataluña ha aprobado un nuevo decreto ley que otorga mayor autonomía a la Agencia Tributaria de Cataluña, en un esfuerzo por adaptarla al modelo de financiación singular acordado con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Este movimiento busca fortalecer la capacidad recaudatoria y de gestión de la entidad, permitiéndole operar con mayor independencia respecto al gobierno central. El decreto contempla cambios estructurales y funcionales que facilitarán la implementación de un sistema más eficiente y adaptado a las necesidades territoriales específicas de Cataluña, marcando un paso significativo en las aspiraciones de autonomía fiscal de la región.
La aprobación de este decreto refleja el compromiso del gobierno catalán de avanzar en la consolidación de su marco fiscal propio, proceso que se ha acelerado tras las negociaciones con ERC. El objetivo es mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos financieros públicos y aumentar la transparencia en los procedimientos tributarios. La medida ha suscitado diversas reacciones en el ámbito político y económico, generando tanto apoyo como críticas respecto a su viabilidad y sus posibles consecuencias en las relaciones fiscales entre Cataluña y el resto de España.
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