La ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, anunció que el gobierno espera obtener más de 10.000 millones de euros en 2025 a través de una serie de «medidas fiscales discrecionales». Estas medidas forman parte de un plan más amplio para reforzar los ingresos públicos y asegurar la estabilidad económica del país en el medio plazo. Montero destacó la importancia de estas acciones en un contexto de recuperación tras los desafíos fiscales presentados por la pandemia, subrayando que el incremento de los ingresos ayudará a financiar inversiones estratégicas en infraestructuras y servicios públicos.
Los detalles específicos de las medidas fiscales no se han revelado por completo, pero se anticipa que incluirán ajustes en impuestos ya existentes y la implementación de nuevos gravámenes en sectores estratégicos. El gobierno ve estas medidas como una forma de equilibrar las cuentas públicas mientras se impulsa el crecimiento económico. La reacción del sector empresarial es variada, con algunos preocupados por el impacto potencial en la inversión y el empleo, mientras que otros consideran que será un impulso necesario para modernizar la economía española.
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