El Gobierno de Gustavo Petro ha dado un nuevo impulso a su reforma a la salud, al convocar al Congreso a sesiones extraordinarias para discutir exclusivamente este proyecto, que se encuentra en debate en la plenaria de la Cámara de Representantes. Con el periodo ordinario de sesiones a punto de concluir el 16 de diciembre, el Ejecutivo pretende que su propuesta legislativa sea aprobada antes de fin de año al extender las discusiones hasta el 19 de diciembre. Esta reforma intenta eliminar las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y centralizar los recursos del sistema en un fondo público, un cambio estructural que representa una de las banderas más significativas del primer presidente de izquierdas de la Colombia contemporánea. A pesar de que el proceso de aprobación ha sido lento, la meta es lograr sus cuatro debates, empezando por los dos en la Cámara, para enfocarse en los más complejos en el Senado a partir de 2025.
Entre los desafíos del proyecto, aprobado en primera instancia por la comisión séptima de la Cámara, destaca su dificultad para avanzar en el escenario legislativo, donde las mayorías son más esquivas en el Senado. La convocatoria a sesiones extraordinarias, ya anticipada por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, es una táctica habitual, aunque la expectativa estaba en qué proyectos serían priorizados. Junto a las reformas de seguridad social y laboral, que forman un tridente junto a la de salud, Petro busca consolidar un cambio profundo en las políticas sociales del país. La actual crisis del sistema de salud, con EPS gastando más de lo que reciben y el Gobierno interviniendo para su administración, resalta la necesidad de reformular el modelo vigente desde 1993, una tarea que ha resultado en un acalorado debate respecto a soluciones y responsabilidades.
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