El acercamiento entre el Gobierno y el Partido Popular (PP) por el escudo antiaranceles avanza con contratiempos, en medio de un clima político que busca respuestas a las medidas arancelarias de Donald Trump. El PP ha manifestado desacuerdos y asegura que el plan total aún no está consensuado, aunque el Gobierno ha dado un primer paso con la aprobación de un tramo inicial de 1.000 millones de euros en avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), parte de un paquete más amplio de 5.000 millones. Estos fondos, dirigidos a empresas españolas afectadas por los aranceles al comercio con Estados Unidos, pretenden asegurar la liquidez de las compañías y fomentar nuevos proyectos de inversión. A pesar de esta colaboración inicial, la postura oficial del PP respecto a la convalidación del decreto sigue siendo ambivalente, destacando que algunas de sus propuestas no han sido consideradas por el Ejecutivo.
Las conversaciones en torno a esta iniciativa reflejan un nuevo ambiente político entre los dos grandes partidos de España, siendo esta una oportunidad para el PP de distanciarse de Vox. Aún así, el PP insiste en la necesidad de negociar un plan integral que incluya reformas estructurales y rebajas fiscales, además de criticar lo que consideran la falta de estrategia del gobierno de Sánchez en el manejo de las relaciones internacionales. Los contactos entre representantes económicos de ambas agrupaciones han tenido lugar, pero los populares enfatizan que deben discutirse más allá de los avales y abordar un marco más amplio que no genere más deuda. En este contexto, las tensiones persisten, con líderes del PP criticando públicamente la gestión del Gobierno ante el desafío que suponen los aranceles estadounidenses y sus recientes políticas exteriores.
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