La agresión sexual a una menor en las inmediaciones del centro de acogida de Hortaleza ha intensificado la confrontación política entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid. El incidente ha reavivado el debate sobre la gestión de los centros de acogida y la seguridad en sus alrededores, cuestiones que ambos partidos utilizan para criticar las políticas de sus oponentes. Mientras el PP insiste en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y revisar los protocolos en estos centros, el PSOE acusa al gobierno regional de falta de previsión y atención adecuada a las necesidades de los menores acogidos.
En medio de esta tensa situación, Vox ha anunciado la convocatoria de una manifestación frente al centro de Hortaleza, intensificando aún más la polémica. La formación ultraderechista utiliza el incidente para subrayar sus políticas de seguridad y control migratorio, cuestiones que a menudo relacionan directamente con los problemas en los centros de acogida. La manifestación ha sido vista por algunos sectores como un intento de polarizar aún más el debate e instrumentalizar el dolor de las víctimas para obtener rédito político. La situación ha provocado un considerable malestar en la comunidad y genera preocupaciones sobre cómo estos conflictos políticos podrían afectar a los menores implicados en los programas de acogida.
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