En una escalada de tensiones diplomáticas entre España y Venezuela, el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, ha anunciado la detención de dos ciudadanos españoles identificados como José María Basua Badovinos y Andrés Martínez Adasme en Puerto Ayacucho. Cabello ha acusado a los detenidos de tener vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español y de estar involucrados en un plan de la oposición venezolana para asesinar al presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, fuentes gubernamentales españolas han negado rotundamente que los detenidos pertenezcan a los servicios de inteligencia de España y han solicitado acceso a los detenidos para verificar sus identidades y garantizar sus derechos básicos. La Embajada en Caracas ha destacado su compromiso de velar por la protección de cualquier ciudadano español detenido en Venezuela.
El arresto de los dos españoles y las acusaciones de Cabello se producen en un contexto de crecientes fricciones diplomáticas entre ambos países. Este incidente se suma a la reciente convocatoria del embajador español en Caracas por el Gobierno de Maduro y el regreso de la embajadora venezolana en Madrid. Las tensiones aumentaron tras las declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que calificó al gobierno de Maduro como una «dictadura», provocando una respuesta airada de Cabello. En medio de esta confrontación, el candidato opositor venezolano Edmundo González ha llegado a Madrid solicitando asilo y anticipando una lucha continua por tomar posesión como presidente de Venezuela en enero, un movimiento que también ha influido en la actual situación diplomática.
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