Las manifestaciones propalestinas que provocaron la cancelación de la última etapa de La Vuelta a España han desatado un intenso debate en el ámbito deportivo y político. La Unión Ciclista Internacional (UCI) emitió un contundente comunicado criticando al Gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, por respaldar dichas protestas, alegando que estas acciones afectaron el desarrollo de la competición. En respuesta, José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), defendió el derecho de manifestación en una carta a la UCI, subrayando que este derecho es fundamental en una sociedad democrática y que, en este caso, se justifica por la lucha por los derechos humanos.
Uribes fue más allá al señalar que blanquear las injusticias cometidas en Gaza a través del deporte contradice los principios básicos del olimpismo. Argumentó que no hay paz sin justicia y pidió que Israel sea objeto del mismo tipo de sanciones deportivas que se aplicaron a Rusia en 2022. Además, el presidente del CSD enfatizó la capacidad de España para organizar eventos deportivos de relevancia internacional, destacando que el país cuenta con un «buen hacer» en este ámbito a pesar de la controversia actual.
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