El Gobierno de Cuitláhuac García decidió disolver la Fuerza Civil tras la represión de una manifestación de agricultores en Totalco, Veracruz, que dejó dos muertos. La medida responde a la tensión entre defensores del agua en Perote y la Administración estatal. Los campesinos protestaban contra Granjas Carroll, acusada de acaparar y contaminar el agua. La brutalidad policial, que incluyó gases lacrimógenos y disparos, generó condena de más de 160 organizaciones internacionales. La Fiscalía investigará los homicidios y el gobierno prometió supervisar a la empresa porcina. Además, se reveló la distribución inequitativa del agua en México y la falta de sanciones a grandes contaminadores.
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