Este sábado, en Londres, la policía metropolitana arrestó a al menos 365 activistas propalestinos frente al Parlamento británico, en una de las mayores redadas registradas en el país. Los arrestos se produjeron después de que cientos de manifestantes desplegaran pancartas con el mensaje «Me Opongo al Genocidio. Apoyo a Acción Palestina». La protesta coincidió con la controversia generada por la decisión del gobierno laborista de Keir Starmer de clasificar a la organización Palestine Action como grupo terrorista, un movimiento que ha generado críticas tanto interna como externamente.
En medio de esta tensión, el despliegue policial fue significativo, con cerca de 3,000 agentes movilizados, algunos provenientes de otras áreas. La medida de catalogar a Palestine Action como grupo terrorista surge tras una serie de acciones de sabotaje realizadas por sus miembros, incluyendo la reciente intervención en la base aérea de Brize Norton. Sin embargo, esta decisión ha sido recibida con resistencia, destacando las palabras de David Nissen, activista judío de Londres, afirmando que marca un «parteaguas en la democracia británica». La controversia se intensifica mientras destacados intelectuales, como Naomi Klein y Angela Davis, instan al gobierno británico a reconsiderar su postura, resaltando la preocupación por la libertad de expresión y la democracia en el país.
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