En un acto celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno en Madrid, el delegado del Gobierno, Francisco Martín, y la subdelegada, Trinidad Jiménez, dieron una cálida bienvenida al nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Carlos de Miguel. Este evento contrasta notablemente con el trato que recibió el coronel saliente Diego Pérez de los Cobos, quien, tras una tensa relación con el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska, se retira a la reserva. A lo largo de los últimos años, Pérez de los Cobos experimentó restricciones en su ascenso a general, a pesar de sus victorias judiciales que anularon decisiones perjudiciales en su contra por parte del Ministerio. Las redes sociales de la Delegación del Gobierno documentaron con fotografías el recibimiento de De Miguel, lo que algunos interpretaron como un gesto deliberado para marcar distancias con su predecesor.
Pérez de los Cobos, conocido por su papel en el operativo policial durante el referéndum ilegal de Cataluña en 2017, fue homenajeado en una comida de jubilación en el restaurante Lar de Domingo en Madrid, un evento que reunió a 350 personas, entre ellas agentes de la Guardia Civil, fiscales, magistrados y políticos. A pesar de sus triunfos legales, el coronel decidió no instar la ejecución forzosa de las sentencias ganadas, en un gesto de compañerismo para no perjudicar las carreras de sus colegas. El Supremo ha intervenido a su favor, señalando la ilegalidad de varias decisiones administrativas del Ministerio. Entre los asistentes al homenaje estuvieron personalidades como los fiscales del juicio del procés, el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, y el exdiputado Adolfo Suárez Illana, quienes destacaron su compromiso e integridad a lo largo de su carrera.
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