En medio de la controversia por el incremento del 4,5% en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que afectará el costo de los combustibles en México, el Gobierno de Claudia Sheinbaum ha implementado una medida para mitigar el impacto en los consumidores. La Secretaría de Hacienda ha decidido subsidiar una parte del precio de las gasolinas magna y diésel entre el 1 y el 10 de enero de 2025, aplicando un estímulo fiscal del 3,57% y 0,37%, respectivamente, que permitirá a los usuarios cubrir solo una fracción del alza impositiva. Actualmente, el precio por litro de gasolina magna es de 24,04 pesos, mientras que la gasolina premium y el diésel se cotizan en 25,38 y 25,73 pesos, respectivamente, sin que el combustible premium reciba apoyo alguno del gobierno.
Esta estrategia de estímulos fiscales, repetida a lo largo del sexenio pasado, busca evitar que la inflación y la volatilidad del mercado global de combustibles provoquen un aumento brusco en los precios internos, comúnmente llamados «gasolinazos». Tales medidas, aunque amortiguan el impacto inmediato en el consumidor, resultan en una menor recaudación para el Estado. En un esfuerzo por garantizar la equidad en el costo de los combustibles, la presidenta Sheinbaum ha ordenado una revisión exhaustiva de los precios en todo el país, destacando preocupaciones sobre precios fuera de norma en ciertas regiones. Asegura que la reciente alza en el IEPS está alineada con la inflación del año anterior, en un intento por mantener la estabilidad económica sin incurrir en incrementos excesivos en términos reales.
Leer noticia completa en El Pais.