El glaucoma es una enfermedad progresiva que se perfila como una de las principales causas de ceguera irreversible a nivel global, afectando a cerca del 3% de la población mundial. Este padecimiento, en conjunto con la diabetes, representa un desafío significativo en el ámbito de la salud visual. Su evolución daña de manera gradual el nervio óptico del ojo, limitando el campo y la calidad de la visión en sus etapas iniciales, y puede culminar en ceguera total si no es tratada adecuadamente. Sin embargo, el gran reto radica en que los afectados no suelen percibir alteraciones en su visión hasta que el daño es irreversible.
El aumento de la presión intraocular, consecuencia de una obstrucción en el canal de drenaje ocular debido a la acumulación de líquido, es la causa principal del glaucoma. Este exceso de presión lesiona el nervio óptico de manera permanente, por lo que un tratamiento oportuno es vital para frenar su avance.
Los factores de riesgo son diversos y afectan a un espectro amplio de la población. La edad avanzada, miopía, diabetes mal controlada, problemas circulatorios, tabaquismo, origen étnico y antecedentes familiares son algunas de las condiciones que incrementan la probabilidad de desarrollar glaucoma. Según el doctor Nabil Ragei Kamel, experto en la materia, subraya la importancia de realizar controles oftalmológicos regulares, especialmente a partir de los 40 años, como medida preventiva crucial. «Los familiares de pacientes con glaucoma deben someterse a evaluaciones periódicas para detectar la enfermedad en sus fases iniciales. Un diagnóstico temprano aumenta significativamente las posibilidades de control y adherencia al tratamiento», advierte el doctor.
Actualmente, aunque no existe una cura definitiva para el daño provocado por el glaucoma, se han desarrollado varios tratamientos destinados a prevenir su progresión. Entre las opciones disponibles se incluyen gotas oftalmológicas, tratamientos con láser selectivo, y cirugías tanto mínimamente invasivas mediante implantes de micro stents como más tradicionales como la trabeculectomía y el uso de tubos.
El doctor Nabil Ragei Kamel lidera el servicio de Oftalmología en varios centros del grupo Quirónsalud, incluyendo los hospitales de Marbella, Campo de Gibraltar, San José y Toledo. En la Costa del Sol, está al frente del Centro de Oftalmología Avanzada, dedicado a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades visuales. Este centro ofrece soluciones avanzadas tanto para los pacientes jóvenes como para los de mayor edad, enfrentando los desafíos del cuidado visual moderno con investigación y gestión de alto nivel.