Criar a un hijo es una de las experiencias más desafiantes y gratificantes a la vez. Cada fase del crecimiento supone nuevos obstáculos, como enseñar a gestionar emociones, establecer límites y fomentar la autonomía de los niños. A pesar de las buenas intenciones, los padres pueden cometer errores que, aunque parezcan triviales, pueden afectar la relación a largo plazo. Un error común que menciona el especialista Alejandro Cacharrón, conocido en las redes como @elcerebroenmodomanual, es posponer los momentos de juego que los niños tanto valoran al llegar a casa después de un largo día de trabajo. Aunque esta acción parece inofensiva, puede convertirse en un problema serio, ya que los niños pueden sentir que no son una prioridad para sus padres.
Cacharrón advierte que esos momentos aparentemente pequeños, pero fundamentales, no deben ser subestimados. Para los niños, la atención de sus padres es crucial, y la falta de ella puede alienarlos emocionalmente. El especialista enfatiza que aprovechar las pequeñas oportunidades para conectar no requiere mucho tiempo, solo minutos de atención genuina. Este esfuerzo puede tener un impacto significativo en el desarrollo emocional y en la construcción de un vínculo duradero. Según Cacharrón, al dedicar momentos de calidad desde la infancia, se construye una base sólida de confianza que perdura en la adolescencia, etapa en la que los hijos suelen ser más reservados. Así, los padres podrán evitar un arrepentimiento futuro por no haber estado presentes cuando sus hijos más lo necesitaban.
Leer noticia completa en OK Diario.