Los líderes del G-7 se reunirán en Apulia, Italia, con el objetivo principal de impulsar el uso de los intereses generados por activos rusos congelados para otorgar a Ucrania un préstamo de 50.000 millones de dólares. Esta medida, empujada por Estados Unidos, busca establecer un esquema económico que soporte a Ucrania, especialmente ante un posible cambio en la administración norteamericana tras las elecciones presidenciales. En la agenda también figuran temas como la capacidad industrial de China, la crisis de Gaza y el futuro de África, con la participación de mandatarios de países emergentes y el Papa, quien hablará sobre inteligencia artificial.
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