Hoy, 25 de octubre de 2024, culmina el periodo concedido por el Ayuntamiento de Madrid a las empresas operadoras de patinetes eléctricos de alquiler para cesar sus actividades en la capital, como parte de una medida firme que busca eliminar este medio de micromovilidad. De acuerdo con el ayuntamiento, cualquier patinete de alquiler que aún esté activo en las calles será susceptible de una multa de 1.500 euros. La decisión, divulgada el 8 de octubre, no admite reconsideración, lo que pone a las operadoras Dott, Tier y Lime en la posición de tener que retirar sus 6.000 vehículos para evitar sanciones. Las compañías han expresado su sorpresa y descontento, considerando desproporcionada la medida y señalando que la revocación llegó sin notificación previa oficial.
El enfado de las operadoras se basa en que, aunque la concesión otorgada contemplaba tres años de operación, apenas el servicio había completado poco más de un año. Tier y Dott ya han comenzado a retirar patinetes y evalúan tomar acciones legales mientras critican el corto plazo otorgado para la retirada, comparando la situación con París, donde hubo hasta cinco meses para acometer una medida similar. Las sanciones se presentan como un desafío financiero significativo, mientras que Lime también se ha opuesto a la decisión, aduciendo que afecta negativamente a la movilidad sostenible de Madrid. Según el delegado del Ayuntamiento, Borja Carabante, el incumplimiento de los términos del contrato público por parte de dichas empresas justificó esta acción, destacando problemas de estacionamiento inadecuado y circulación en áreas prohibidas.
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