Este fin de semana, el histórico frontón Beti Jai de Madrid volvió a cobrar vida, albergando un evento deportivo que atrajo a más de 3.000 asistentes. Durante dos días, los entusiastas del deporte presenciaron emocionantes exhibiciones de juegos vascos de pelota, incluyendo ocho partidos en las especialidades de frontenis y juego a mano. La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, estuvo presente, subrayando la importancia de esta actividad como parte del esfuerzo por revitalizar los espacios culturales de la ciudad.
El encuentro fue organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid en colaboración con la Federación Madrileña de Pelota. La iniciativa no solo buscaba ofrecer entretenimiento, sino también rescatar y celebrar la tradición histórica de un deporte que tuvo su auge en la capital a finales del siglo XIX.
El frontón Beti Jai, que significa «siempre fiesta» en euskera, es un monumento arquitectónico único que data de 1894. Declarado Bien de Interés Cultural, este frontón fue el epicentro de la pasión por el juego de pelota vasca hace más de un siglo. Ahora, tras un ambicioso proceso de rehabilitación llevado a cabo por el Ayuntamiento, el Beti Jai ha sido reabierto al público, no solo como un espacio para la práctica deportiva, sino también como un centro de interpretación dedicado a su rica historia.
La jornada ofreció la oportunidad a los madrileños de inscribirse de manera gratuita a través de la web oficial del frontón, lo que permitió a los curiosos y aficionados redescubrir el fervor del juego de pelota en un entorno que combina deporte, cultura e historia. La comunidad local, así como visitantes de otros lugares, se reunieron para experimentar de primera mano la mezcla única de tradición y modernidad que ofrece el restaurado frontón.
Esta iniciativa se alinea con el objetivo del Ayuntamiento de Madrid de transformar Beti Jai en un centro de alto perfil para eventos deportivos y culturales, devolviendo así al lugar su vibrante legado como un punto de encuentro esencial en la vida cultural y social de la ciudad. Con esta actividad, se reafirma el compromiso de las autoridades locales de conservar y promover el patrimonio cultural, facilitando a las nuevas generaciones el acceso a experiencias que combinan historia y deporte.