El reciente encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder chino Xi Jinping, llevado a cabo en Lima, Perú, marca un momento significativo en las relaciones internacionales, resaltando lo que ambos consideran la «relación bilateral más importante del mundo». Durante esta reunión, que coincidió con el cierre del foro APEC, Xi expresó su disposición a colaborar de manera constructiva con la próxima administración de Donald Trump, manteniendo líneas de comunicación abiertas y gestionando diferencias de manera efectiva. Ambos líderes han acordado también en la importancia del control humano en las decisiones sobre el uso de armas nucleares, asegurando que la inteligencia artificial no intervenga en tales asuntos críticos. Este acuerdo, calificado como histórico, busca reducir riesgos nucleares y sentar las bases para una coexistencia pacífica y estable entre las dos potencias.
Mientras la Casa Blanca trata de proyectar una imagen de normalidad en este periodo de transición hacia la administración de Trump, se han subrayado los avances logrados hasta ahora en temas como el control de narcóticos y la comunicación militar con China. Biden destacó la importancia de relaciones sinceras y respetuosas, contrastando con los posibles enfoques frentistas que podría adoptar Trump. Este cónclave no solo anticipa un cambio de ciclo, sino que también refuerza la importancia del diálogo al más alto nivel para gestionar la competencia geopolítica de manera responsable. Asimismo, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, enfatizó el impacto significativo de estas interacciones personales entre los líderes, sugiriendo que son fundamentales para mantener la estabilidad en las relaciones bilaterales y continuando el privilegio del diálogo como una herramienta diplomática esencial.
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