El Fondo de Cultura Económica (FCE) decidió cerrar su sucursal en San Diego, California, una bodega dedicada a la distribución de libros. Ante las preocupaciones de usuarios en redes sociales sobre el destino de los volúmenes almacenados, el FCE ha aclarado que los 90,400 ejemplares no serán descartados, sino donados a diversas instituciones y comunidades en Estados Unidos y México. Entre los beneficiados están la San Diego County Library, la American Academy of Pediatrics – Reach Out and Read, así como escuelas en Tijuana que fomentan el bilingüismo. Además, estos libros estarán disponibles de manera gratuita al público durante dos días en el estacionamiento del San Diego County Operations Center.
Ezra Alcázar, gerente de vinculación internacional del FCE, señaló que la sucursal en San Diego funcionaba como bodega en un parque industrial y que su cierre responde a costos desproporcionados sin beneficios significativos en promoción de la lectura. La decisión es parte de una estrategia para reorganizar las operaciones del FCE en Estados Unidos y para apostar por proyectos más efectivos, como la potencial apertura de un nuevo espacio cultural. La medida busca no solo distribuir efectivamente la literatura mexicana, sino también fortalecer los lazos culturales y literarios en comunidades hispanohablantes transfronterizas.
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