El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, logró el respaldo necesario para conseguir una nueva investidura gracias a un inesperado acuerdo con el grupo parlamentario de Junts per Catalunya. Este pacto, que sorprendió a varios sectores políticos debido a las tensiones históricas entre el PSOE y la formación catalana, incluye compromisos específicos en materia de financiación autonómica y el impulso de iniciativas legislativas favorables para Cataluña. La negociación de este acuerdo se llevó a cabo con la mediación del líder de Junts, Carles Puigdemont, quien jugó un papel crucial en las conversaciones desde su exilio en Bélgica.
Este avance político se produce en un contexto de bloqueo parlamentario que ha mantenido al país en un estado de incertidumbre prolongada desde las últimas elecciones generales. En su declaración posterior al acuerdo, Sánchez enfatizó la importancia de la estabilidad y la gobernabilidad para enfrentar los retos económicos y sociales que encara España. La confirmación de su investidura está programada para la próxima semana, y se espera que promueva una agenda centrada en la recuperación económica y la cohesión territorial. Por su parte, los portavoces de Junts celebraron el pacto, destacándolo como un triunfo para los intereses catalanes en el seno del Estado español.
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