El presidente arremetió contra el líder de Podemos de aquel entonces por intentar eclipsar al PSOE con sus propias iniciativas políticas. Durante un evento, el presidente expresó su descontento con la estrategia de contraprogramación utilizada por Podemos, argumentando que estas tácticas no contribuyen a la unidad necesaria dentro del espectro progresista. Además, destacó que este tipo de rivalidad perjudica a ambos partidos y, a largo plazo, puede debilitar su posición frente a otros partidos de la oposición.
En un comentario adicional, el presidente pronosticó que la escena política de Madrid no sería la última parada en la carrera del líder de Podemos. Refiriéndose a sus acciones como un «gesto de ‘sujétame el cubata’», sugirió que el líder buscaba una aventura política más allá de su actual rol. Este comentario subraya la percepción de que el líder de Podemos tiene ambiciones que podrían llevarlo a buscar nuevos horizontes políticos, más allá de la capital española.
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