A finales de agosto, Sergio Mattarella otorgó al Festival Verdi de Parma, en su 25ª edición, la Medalla del presidente de la República, destacando la relevancia nacional del compositor Giuseppe Verdi. El Teatro Regio celebró la ocasión con la programación de las tres óperas de Verdi inspiradas en Shakespeare: «Macbeth», «Otello» y «Falstaff». Verdi, quien fue considerado un genio tanto en el ámbito profesional como personal, encontró en Arrigo Boito un colaborador y casi un hijo. Boito estuvo junto a Verdi en su lecho de muerte y describió su fallecimiento como el de un «luchador formidable y mudo».
En el Festival, la escenificación de «Macbeth» en el Teatro Giuseppe Verdi de Busseto destacó por su cercanía íntima entre los artistas y el público. Bajo la dirección de Manuel Renga, el montaje jugó con elementos escénicos minimalistas y una fuerte carga visual, logrando una potente expresión artística pese a los recursos limitados. Las actuaciones vocales se vieron matizadas por las interpretaciones de Vito Priante y Marily Santoro, aunque con ciertas limitaciones. La iniciativa en favor de ediciones críticas del festival permitió ofrecer una versión fiel de 1847 de «Macbeth», reflejando la esencia original de la obra de Verdi y Shakespeare. La huelga general en Italia, en protesta por las acciones bélicas de Israel, obligó a suspender el estreno de «Falstaff», recordando a la audiencia que el arte y la realidad a menudo se entrelazan profundamente.
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