El verano se ha transformado en una temporada ideal para el cine de terror, según expertos y distribuidores. Películas como «Tiburón» de Spielberg han cimentado nuestra asociación del terror con esta estación, convirtiéndola en la segunda mejor opción para estrenos de este género, sólo superada por Halloween. Estudios como DeAPlaneta y SelectaVisión aprovechan el periodo estival para captar la atención de un público joven y ávido de emociones fuertes. Estrenos recientes como «Longlegs» y «De naturaleza violenta» demuestran que las vacaciones y el auge del ocio juvenil favorecen la taquilla del terror. Además, la estrategia de estrenar en verano prepara el terreno para su éxito en plataformas digitales hacia el otoño. La pandemia y la reciente huelga de Hollywood también han resaltado la rentabilidad de estas producciones debido a sus bajos costos y alto rendimiento en taquilla. La colaboración de estudios como Neon y A24 ha revitalizado el género, atrayendo tanto a fanáticos del terror como a cinéfilos en general, consolidando así una nueva «época dorada» del cine de horror.
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