La Agencia Federal de Investigación (FBI) está investigando el incidente ocurrido en Las Vegas, cuando Matthew Livelsberger, un miembro activo de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, hizo estallar una camioneta frente al hotel de Donald Trump, causando heridas a siete personas. El FBI considera que Livelsberger, quien se suicidó momentos antes de la explosión, padecía de trastorno de estrés postraumático de combate. En una carta dejada antes de su muerte, Livelsberger expresó su frustración hacia las élites de poder, calificándolos de «debiluchos e irresponsables» y describió su acto como una «llamada de aviso» a sus camaradas y a la nación.
El militar, que había servido desde 2006 y participado en misiones en Afganistán, Ucrania y otros países, había recientemente regresado de Alemania y estaba de baja en el momento de su muerte. Condecorado con cinco Estrellas de Bronce, entre otros reconocimientos, su caso resalta las profundas cicatrices psicológicas que pueden dejar las experiencias de combate. Aunque el acto fue llamativo y trágico, las autoridades no han encontrado evidencia de animadversión directa hacia Trump como motivo del ataque. El FBI y otras fuerzas de seguridad siguen investigando las pertenencias de Livelsberger, mientras intentan comprender mejor las razones detrás de sus acciones.
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