El Banco Central Europeo (BCE) ha protagonizado un año de recortes inusuales en los tipos de interés, sin embargo, el euríbor no logró descender por debajo del 2% este mes. La media se mantuvo en 2,081%, igual que en mayo, debido a un aumento en la incertidumbre geopolítica provocado por la crisis entre Israel e Irán, que también elevó temporalmente los precios del petróleo. A pesar de romper una racha de cuatro meses a la baja, los hipotecados con tasas variables experimentarán una reducción significativa en sus pagos, con un ahorro estimado de 1.614 euros anuales en algunos casos. Esto es resultado de que, hace un año, el euríbor promediaba 3,65%.
Las proyecciones sugieren que las cuotas hipotecarias seguirán disminuyendo hasta el otoño, alimentadas por la tendencia general de reducción del euríbor. Esta evolución ya se ha comenzado a reflejar en el mercado inmobiliario español, que ha registrado un notable aumento en las ventas de viviendas. Se esperan más ajustes de tipos antes de fin de año, aunque la mayoría ya se han implementado. En el contexto internacional, el próximo vencimiento de la tregua arancelaria entre EE.UU. y Europa podría influir en el comportamiento futuro del euríbor. Los pronósticos varían ligeramente, pero la mayoría predice que el índice cerrará en torno al 2% para 2025, un alivio bien recibido por muchos en un período económicamente desafiante.
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