El ex jefe de ETA ha sido citado para comparecer por videoconferencia el próximo 10 de septiembre, en el marco de un caso de relevancia judicial. Sin embargo, su defensa ha presentado una solicitud para posponer esta comparecencia, argumentando que el acusado ya tenía planificada una estancia en una de las Islas Baleares desde hace varios meses, específicamente del 4 al 11 de septiembre. La controversia pone en cuestión las prioridades y los compromisos adquiridos por el ex líder de la organización separatista, enfrentándolo a dilemas legales y personales.
El tribunal encargado del caso deberá decidir si acepta la solicitud de aplazamiento presentada por la defensa del ex jefe de ETA, lo que podría tener implicaciones en el progreso del proceso judicial. Este caso sigue siendo un tema de interés tanto mediático como público, reflejando las complicaciones constantes que surgen al equilibrar el cumplimiento de obligaciones legales con compromisos personales. La posible reprogramación de la audiencia destaca la tensión entre la agenda personal del acusado y los requisitos del sistema judicial español.
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