El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha reclamado sus primeros ataques contra las nuevas fuerzas de seguridad de Siria, tras la caída del expresidente Bashar al Asad en diciembre. Los atentados, que ocurrieron en la desértica región de Al Sueida, fueron realizados con explosivos colocados en vehículos de las fuerzas de seguridad de Damasco, según comunicados emitidos por la organización en canales afines. La confirmación del Observatorio Sirio de Derechos Humanos resalta la importancia de este hecho, dado que nunca antes el EI había reivindicado ataques directamente dirigidos a estas nuevas fuerzas desde el cambio de gobierno.
Recientemente, un ataque con mina teledirigida dejó un muerto y varios heridos en una patrulla de reconocimiento. Este incidente refleja la creciente inquietud sobre la reemergencia del EI, que, hasta ahora, había centrado sus acciones principalmente contra las Fuerzas de Siria Democrática, una coalición liderada por kurdos que desempeñó un papel crucial en la derrota del grupo yihadista en 2019. Con el EI aún activo en varias áreas del desierto central sirio, los analistas advierten sobre el resurgimiento de la amenaza yihadista en un contexto de inestabilidad política y social en el país.
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