El Hotel Solvay, una joya del modernismo ubicado en Bruselas, no es un hotel en el sentido tradicional. Construido por el arquitecto Victor Horta para Armand Solvay, el edificio es un museo que ofrece una muestra intacta de la Belle Époque. Después de la Segunda Guerra Mundial, la familia Wittamer lo compró para evitar su demolición y lo convirtió en un taller de alta costura. La Casa Solvay presenta características únicas, como ser la primera casa en Bélgica con electricidad y mantener su mobiliario original. Actualmente, el hotel se mantiene gracias a las entradas de las visitas guiadas, las cuales están diseñadas para disfrutar el espacio sin distracciones modernas como la fotografía excesiva.
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