El ámbito de la neutralidad de la red se encuentra en una encrucijada crítica mientras Estados Unidos se prepara para una audiencia ante el Sexto Circuito de la Corte de Apelaciones este 31 de octubre. Al margen de lo que normalmente se asocia con esta fecha, las empresas de telecomunicaciones buscan redefinir el acceso a internet mediante la implementación de tarifas adicionales y conexiones diferenciadas. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ha refrendado su compromiso de preservar la igualdad en el tratamiento de datos, una postura que ha sido desafiada por colosos como Comcast y AT&T.
Bajo las normas actuales impuestas por la FCC, se prohíben prácticas como el bloqueo de sitios web o la disminución deliberada de la velocidad de conexión basada en pagos diferenciales. Sin embargo, el afán de mayores ganancias ha llevado a los proveedores de servicios de internet a buscar reinterpretaciones legales que les permitan eludir estas restricciones. Esta disputa ha escalado hasta los tribunales, rememorando casos previos donde la batalla por la neutralidad de la red llegó incluso al Tribunal Supremo.
En 2016, el Circuito de D.C. ratificó las protecciones, pero un cambio de liderazgo en la FCC en 2017 resultó en una revocación controvertida de las regulaciones, hecho que desató manifestaciones de rechazo por parte de diversos grupos y usuarios de internet. Con la restauración subsecuente de las protecciones, la historia parece repetirse, colocando nuevamente a Team Telecom en el banquillo judicial.
Un punto crucial de la audiencia radica en la clasificación del acceso a internet: ¿debe ser considerado un «servicio de telecomunicaciones» o un «servicio de información»? La respuesta definirá el alcance regulador de la FCC. Con una nueva composición del Tribunal Supremo y la creciente influencia de la «doctrina de cuestiones importantes», el peso del resultado recae en cómo se interprete la pertenencia reguladora de la FCC frente al Congreso.
El fallo del tribunal se espera para la primera mitad de 2025, manteniendo el tema latente en el debate público y en la esfera legislativa. Los resultados de esta audiencia no solo impactarán a millones de usuarios en Estados Unidos, sino que también sentarán precedentes sobre el control y el acceso estructural a internet a nivel global, colocando una vez más a la neutralidad de la red en el centro de la discusión jurídica y tecnológica del siglo XXI.