En un emocionante partido en el RCDE Stadium, el Espanyol logró una victoria crucial frente al Mallorca con un marcador de 3-2. El encuentro pareció inclinarse rápidamente a favor del Espanyol con goles tempranos de Pere Milla y Roberto Fernández, lo que prometía una noche tranquila para los locales, apoyados por más de 26,000 aficionados. Sin embargo, el panorama cambió drásticamente cuando el Mallorca recortó distancias gracias a un penalti convertido por Muriqi, seguido de la expulsión de Milla, situación que puso en aprietos al equipo de Manolo González. A pesar de la presión, el Espanyol demostró resistencia y finalmente aseguró el triunfo con un penalti convertido por Kike García, situándose terceros en la Liga, en puestos de Champions, y empatados con el Barcelona.
El partido comenzó con el Mallorca tratando de imponer su ritmo, pero el Espanyol rápidamente tomó el control. Javi Puado y Carlos Romero destacaron con su velocidad y precisión en el ataque, lo que permitió a Milla abrir el marcador. La defensa del Mallorca no pudo contener la presión, y pronto Roberto Fernández amplió la ventaja para los locales. Sin embargo, un error en la defensa perica permitió al Mallorca introducirse en el partido nuevamente. Con el marcador empatado, la tensión se apoderó del estadio hasta que García, con serenidad, selló la victoria con un penalti decisivo. El resultado no solo fortalece la posición del Espanyol, sino que también alimenta la conexión entre el equipo y su afición en una temporada que promete ser inolvidable.
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